¿CÓMO EVALUAMOS A NUESTROS ALUMNOS?
¿Cómo evaluamos a nuestros alumnos? En la era de la
innovación, donde cada día aparecen nuevas corrientes, recursos y materiales por doquier… parece que a la hora de “evaluar” son
muchos los que siguen recurriendo al examen tradicional, siendo este la única herramienta
que toman como referencia para poner una nota numérica al final de cada
trimestre. Por supuesto que hay profes que hacen maravillas al respecto, pero creo que aún son muchos los que no pasan de lo anteriormente mencionado.
La realidad con la que tenemos que lidiar, al menos en
muchos lugares de España, es la siguiente: llega la hora de rellenar los
boletines de notas trimestrales y debemos puntuar a cada alumno del 1 al 10. Y
yo me planteo… ¿No deberían ser nuestros niños mucho más que eso? ¿Mucho más que números? Siempre intento
hablar sobre ello en clase, para que entiendan que yo al menos intento verlos
como las personas valiosas que son y no como personas de 5, de 8, de 9 (y que
nadie es mejor que nadie por llevar una cifra u otra)… Pero volviendo a la
realidad y sabiendo que debemos vivir con ello, deberíamos ser capaces de
poder recabar información constante de los aprendizajes de nuestros niños y que entiendan en base a qué reciben una nota u otra en sus trabajos y
evaluaciones. En algunos Centros se usan porcentajes para valorar diferentes apartados: contenidos y competencias, comportamiento, trabajo diario... Y es ese apartado de contenidos en el que creo que en muchos casos sigue premiando únicamente el tipo de examen tradicional y donde más debemos ponernos las pilas. Lo de evaluar por competencias ya es otra historia.
Las rúbricas y las escalas de valoración son geniales para
que de forma objetiva y justa, ellos mismos puedan autoevaluarse e incluso evaluar
producciones y trabajos ajenos (donde también se inculcan valores y respeto
hacia los demás). Sus cuadernos, exposiciones orales, trabajos plásticos,
trabajo en equipo, redacciones, portadas, trabajos de investigación… infinidad
de temas que pueden pasar primero por sus ojos y sensaciones, valorando el
esfuerzo que creen, han puesto en ello, si han disfrutado del proceso (¡Qué
importante me parece este apartado!) y si consideran que lo que han hecho merece
una buena valoración.
Y nosotros mismos deberíamos esforzarnos por conseguir
establecer sistemas para que la información que recojamos del día a día pueda
transformarse en una nota numérica justa para ellos. Que no llegue el final del
trimestre y pensemos y hagamos lo que queramos sin ningún criterio (o con criterios diferentes para cada niño, porque sí). Todos merecen
que se les valore por igual, que se tengan en cuenta todos los aspectos y que
los exámenes o pruebas individuales sean sólo una parte más, pero usando diferentes herramientas para evaluar ese apartado de contenidos anteriormente mencionado (retos, kahoots, juegos, sistemas más visuales...). Que no siga
habiendo niños que pasen a 1º de primaria asustados por los exámenes o porque
tienen que saber leer y escribir de 10, POR FAVOR, dejemos que maduren y que evolucionen
a su ritmo, que no tengan miedo a ser evaluados, que entiendan que sólo es un
apartado de tooooodos los que se van a tener en cuenta y que vamos a confiar
en ellos y en sus capacidades para mejorar; que el paso de Infantil a Primaria
no tiene porque ser angustioso, sino todo lo contrario: nuevos aprendizajes y
experiencias porque se hacen más mayores.
En muchos coles seguimos trabajando con libros de texto y
por consiguiente, con una temporalización con unidades didácticas, pero eso no debe
ser una escusa para no evaluar a nuestros niños y niñas de formas diversas y
poder realizar proyectos y actividades fuera de los libros. No hay que terminar
todos los ejercicios ni hay que ver todas las páginas desde la primera letra a
la última. Esforcémonos por seleccionar lo que es más importante y busquemos opciones
interesantes para que todos disfrutemos en el aula. Tenemos mucho que mejorar y
yo la primera de la cola, de eso estoy segura; pero sé que se puede y que estamos
en el camino. Como he dicho otras veces, no vale que introduzcamos mil
herramientas y temas “innovadores” en el aula sin sentido, yo seguramente lo haya hecho en más de una ocasión. Busquemos la forma de ser más
eficaces y que ante todo, los niños sean la parte más relevante.
Comentarios
Publicar un comentario