JUEGO SIMBÓLICO EN PRIMARIA
Para mucha gente el juego simbólico se ve más representado en la etapa de educación infantil y en verdad, es cierto que se le dedica mucho más tiempo que en las etapas posteriores (donde ya se empieza a ir a un ritmo frenético). El hecho de que los niños y niñas den el salto a primaria no debería suponer el fin de sus ratos de juego simbólico.
Uno de los aspectos con los que más disfruté con mis niños y niñas fue su forma de organizar algunos momentos dentro y fuera de la clase.
Al ser el primer curso en el que se juntaban todos quedando como una escuela unitaria, decidí quedarme en la parte de arriba del edificio puesto que estaba mucho más adaptada y había más espacio. Los más peques habían estado el año anterior en la parte de abajo así que aún había muchos recursos que podían interesarles. En lugar de elegir yo mis preferencias, hablamos sobre lo que les gustaría a ellos/as subir al aula. Así poco a poco fuimos apostando por todo tipo de cosas: cocinita, horno, algún muñeco, platos, cubiertos, figuras, casitas, packs de piezas, algunos cuentos... Y aunque al principio enganchó mucho más su uso a los dos alumnos de primero, poco a poco se fueron uniendo los demás. En algunos ratitos, en los recreos, en el aula o en el patio, creando restaurantes (¡Vaya delicias he disfrutado este año!), hogares de familias, batallas espaciales, formando tribus indígenas (un palo y un muñeco, no sabéis el partido que pueden llegar a dar), partidas de "bolos", 3 en raya gigantes, pinceles de pintura convertidos en todo tipo de cosas, montaje con piezas diversas convertidas en a saber qué, incluso las cajas de las editoriales nos han servido de muros, bloques, separadoras de espacios... He de decir que hacer recreo tooooodos los días del curso me permitió observar muchas situaciones y detalles más de cerca.
Si dejamos libertad a los niños para que usen lo que tienen a su alrededor, seguramente nos sorprendan. Y os puedo asegurar que muchos elementos utilizados no eran ni mucho menos vistosos, bonitos... Por eso no hace falta tener lo mejor de lo mejor en clase, valoramos lo que hay e intentamos sacarle el máximo partido posible.
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